domingo, 18 de febrero de 2007




No hay nombre que defina tanto a alguien. Los que éramos en el 83 ya no volvimos a ser iguales, tocados por ese ángel, como decía “la Jose”: no sabíamos lo que nos venía pierna arriba… claro que no.. ¡

No hay nadie que despierte tantas ganas de vivir… “que crezca con la risa ” así, riéndose de la cotidianidad, con tanta fuerza, pero a la vez con serenidad y sabiduría… (rara tanta dualidad para los veinte tacos…¡¡¡).
En ella los adjetivos cobran significado. Quizás estábamos un poco distraídos con nuestros asuntos y no nos dimos cuenta en que momento se convertio en Angelita con mayúsculas: de “ la profesora de zapatos” a la consejera preferida, de “la madre de las bolsas de leche” a la generosidad personificada, a la protectora de los abuelos de Carulla, de “la estratega de la guardería” a ese ser con alma de artista y fe inquebrantable en sus sueños y en sus afectos…

“…terrón de azúcar, ropa de abrigo… hasta las suelas de mis zapatos la echan de menos…..”

2 comentarios:

Unknown dijo...

Mafesita que lindo lo que le dices al angelito que tenemos como hermanita menor..... los quiero.

Anónimo dijo...

ES LO QUE ES.... NO? EN QUE MOMENTO SE HIZO GRANDE...?