Más vale que no tengas que elegir
entre el olvido y la memoria
entre la nieve y el sudor
Será mejor que aprendas a vivir
sobre la línea divisoria
que va del tedio a la pasión.
No dejes que te impidan galopar
ni los ladridos de los perros
ni la quijada de Caín
Que no te dé el insomnio por contar
las gaviotas del destierro,
las amapolas de París.
Me engañas si me quieres confundir,
esta canción desesperada
no tiene orgullo ni moral
Se trata solo de poder dormir
sin discutir con la almohada
dónde esta el bien, dónde está el mal.
La guerra que se acerca estallará
mañana lunes por la tarde
y tú en el cine sin saber
quién es el malo, mientras la ciudad
se llena de árboles que arden
y el cielo aprende a envejecer.
Y sal ahí,
a defender el pan y la alegría,
y sal ahí,
para que sepan
que
esta boca es mía.
JOAQUÍN SABINA
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