Después de una larga reflexión telefónica acerca de la felicidad en los tiempos que corren, Tuco nos manda desde Bogotá un artículo escrito en Barcelona sobre el tema.........
Algunos colegas han recordado estos días que Josep Maria Huertas te podía preguntar, en mitad de una conversación, si eras feliz. A mí me lo había hecho, y siempre pensé que era una pregunta tan afectuosa como impertinente.Afectuosa, por el interés que te demostraba. Impertinente, porque si contestabas sin hacer trampa, te obligabas a desvelar tu escala de valores. Eso si no partimos del supuesto según el cual es imposible que una persona inteligente sea feliz en un mundo tan desgraciado.
Pero es tal el interés por la felicidad que en el fondo hemos de pensar que sí, que es posible. Últimamente me estoy dedicando a coleccionar respuestas sobre el tema.Sebastià Serrano explica que el secreto de la felicidad reside en la gestión de las emociones. Algo parecido a lo que dijo Eduard Punset: no hay felicidad sin control de uno mismo. André Comte-Sponville recomienda desear aquello que ya se tiene, sea la pareja o el trabajo. José Antonio Marina aconseja combinar aquello que nos da placer con la necesidad de trabajar con un buen objetivo. Punset, además, me tranquilizó: es normal que nos cueste ser felices porque somos una de las primeras generaciones que se lo plantea. Hasta hace pocos siglos, una persona tenía una esperanza de vida justa para nacer, reproducirse y morir, y por lo tanto, no había demasiado tiempo para filosofías. Y lo mejor llegó al final de la conversación. Así pues, ¿qué hay que hacer para ser feliz? Y respondió de inmediato, sin inmutarse: "Intentarlo".
Groucho Marx también metió baza: "La felicidad está hecha de pequeñas cosas: un pequeño yate, una pequeña casa, una pequeña fortuna...". Pero mi texto favorito es muy antiguo: Consejos para no perder la salud, que aparece en el libro del Eclesiástico (30:21-25), una especie de manual de autoayuda, que dice: "No te abandones a la tristeza y no te atormentes con cavilaciones. La alegría del corazón es la vida del hombre y alarga los días. Aleja de ti la tristeza, que la tristeza ha perdido a muchos y no hace bien. Los celos y la ira acortan los días. Y las preocupaciones hacen envejecer antes de tiempo".
ANTONI Bassas
EL Periódico de Cataluña, 9 de marzo de 2007
EL Periódico de Cataluña, 9 de marzo de 2007
2 comentarios:
Es verdad que es dificil ser feliz en un mundo con tantas razones para no serlo...pero siguiendo a nuestro querido filósofo Pambelé cuando reflexionaba acerca de la riqueza y la pobreza, en este caso: "es mejor estár triste que alegre....", lo que no quiere decir cerrar los ojos ante verdades o situaciones, solamente intentar actuar para cambiarlas... Para mi, solo hay instantes, momentos, segundos de felicidad absoluta, de plenitud. Luego hay que tener cuidado, porque la tristeza es como la gripe que si la ignoras, si no la enfrentas se queda contigo....
La felicidad sólo se encuentra en la autenticidad. Sé tú mismo. No dejes que te colonicen el espíritu y niégate a entrar en la era de la uniformidad, donde todos se visten igual, escuchan lo mismo, hacen oídos sordos a las mismas verdades, y, ¿para qué extender la lista?...
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